Consideración
En tiempos de crisis y vaguedad, es aconsejable estar atento a la posible tormenta interior. Cuando la realidad y su complejidad nos desafían, resulta oportuna la revisión consciente de aquellos elementos que nos sostienen, como columnas que nos permiten caminar con flexibilidad y apertura. Estos elementos se revelan como coordenadas para aprender a dilucidar las luces y sombras de la época que nos atraviesa al vivirla.
Como ejercicio de valoración, deseo emprender esta introspección que, desde diversos ámbitos, arroje luz sobre aquellos asuntos que suelen revolotear en mi mente al enfrentarme a nuevos proyectos y posibilidades.
No sería justo, en este afán de transparencia, pasar por alto que mi aproximación a la realidad no prescinde de la fe. Más bien, desde ahí, como punto de partida, toma impulso la valoración de lo que experimento. No intento condicionar mi perspectiva, sino refinarla y darle dirección. Asumo mi condición de cristiano y católico, aunque reconozco que no soy tan practicante y coherente como debería. Acepto este hecho con el compromiso de enmendarlo. Sin embargo, me asumo como heredero de un mensaje trascendente que ha moldeado mi manera de pensar, sentir y actuar al percibir el mundo.
Además, he desarrollado, desde el humanismo personalista, una considerable preocupación por la persona y su dimensión comunitaria en instituciones que considero como primigenias y trascendentes intuiciones llenas de vida esperanza social y signos de contradicción en sí mismas: el matrimonio y la familia.
Mis referencias más relevantes
La “Antropología adecuada” en cuanto visión integral que amalgama una perspectiva ética y teológica particular. San Juan Pablo II
La Doctrina Social De la Iglesia, en cuanto reflexión de principios y método de valoración definido en verbos sintéticos que despliegan propuesta: ver, juzgar, actuar, revisar y celebrar.
El Humanismo Cívico y sus antecedentes (nueva sensibilidad y nuevo modo de pensar). Alejandro Llano.
Las actitudes de participación frente a la estructura personal de la autodeterminación, la experiencia humana y la experiencia del hombre como punto de partida. Karol Wojtyla.
La posibilidad social que se favorece desde la propuesta de considerar las minorías creativas, como fuente de innovación y de elementos que pueden reconfigurar la vida social. Benedicto XVI.
La senda del acompañamiento en sus metodologías interdisciplinarias (mentoría, coaching, tutoría, etc). A partir del acento del Coaching Dialógico y del Arte de Acompañar. Susana Alonso y Xosé Manuel Domínguez Prieto, en cuanto referentes iniciáticos de una búsqueda que se ha profundizado posteriormente en otros autores y propuestas.
El desarrollo de habilidades de, management, comunicación y liderazgo como medio de mejora personal y organizacional a través de diversos autores, pero con innegable deuda a Michael Hyatt.
Otros autores que han sido fundamentales
José Antonio Marina y su perspectiva sobre la Inteligencia ejecutivamente creativa; José Pérez Adán, en relación con la funcionalidad familiar; Claudio Magris, por su habilidad para reflexionar camuflada en relatos de viaje y análisis de la propia vida, entre la Utopía y el Desencanto; Chesterton, con su maestría en el arte de la paradoja para aprender, conocer y reflexionar; Juan Manuel Burgos, por su capacidad de síntesis y revitalización de elementos centrales en el personalismo; Alicia Von Hildebrand, por el amor esponsal que se convierte en propuesta filosófica; Roman Ingarden, por su visión del obrar responsable; Octavio Paz, por una poesía que destila antropología y una visión construida desde la experiencia del "deletreo"; Joseph Ratzinger y su teología que invita a la comunión; Pérez Reverte, por su narrativa, a veces cruda y desenfadada; Rodrigo Guerra, por abrirme la puerta al pensamiento wojtyliano; Pavic y Marai, como sorpresa de voces europeas diferentes a lo habitual; Keret, como desafío a la propia época; Irene Vallejo, por su perseverancia clásica para iluminar la vida actual; Blanca Castilla, por su antropología "diferenciada" en lo masculino y lo femenino, que resulta ser ahora, por demás, paradigmática; Pilar Ferrer, por su preocupación estructural en la comprensión del pensamiento wojtyliano; Iris Murdoch por una vida que, aunque pierde la memoria, no olvida la soberanía del bien; Concepción Márquez, como profesora referencial y autora de textos privados que atesoro como regalo.
Es cierto que nadie piensa en soledad; pensamos en referencia y a partir de la referencia articulamos nuestros pensamientos. Poner las cartas sobre la mesa es también abrir un ejercicio de gratuidad y experimentarme en deuda con aquellos que me sirven como postes en el camino, ayudándome a disfrutar el empeño por vivir desde una visión de sentido y trascendencia.
Los grandes pendientes a profundizar en mi vida incluyen a James Joyce, Santa Teresa, Grossman, Santa Teresa Benedicta de la Cruz (Edith Stein), Hanna Arendt, Urs von Balthasar, San Juan de la Cruz y toda una lista de libros que duermen en la espera de mi tiempo y anhelo de profundizar. ¡Dios nos preste vida y le brinde rendimiento a mis ojos!
Estas son mis cartas, mis coordenadas, ¿cuáles son las tuyas? ¿cuáles son esos referentes que te permiten construir una perspectiva vital a nivel personal de la trascendencia a la que estamos llamados?.
Será un enorme gusto si decides responder a esta invitación y abrir tus cartas como ejercicio personal. Atento a lo que me compartas.