Diarios de liderazgo. Primera idea.
Una serie de reflexiones que ocurren mientras se busca desplegar habilidades.
Epoca de cambios y cambios de época. Pareciera que la única constante es el cambio. Reflexionar sobre los desafíos de cambiar y mejorar la cultura organizacional en un entorno de resistencia interna y falta de proactividad revela la importancia de un enfoque estratégico y humano. Aquí hay tres ideas clave para tener en cuenta en este “ajo”, pensamientos que han estado en mi cabeza en las últimas semanas; la concreción de lo que he experimentado tratando de “ordenar el rompecabezas”, de encontrar un sentido coherente y “operable” de lo que me toca emprender y concretar. Esto es lo que hay en mi trinchera.
Liderazgo transformador: Los líderes deben actuar como modelos a seguir, demostrando con sus acciones los valores y comportamientos deseados en la nueva cultura. Esto implica comunicar la visión del cambio y comprometer a los colaboradores en el proceso, generando un sentido de pertenencia y responsabilidad compartida. ¡He ahí un reto!
Gestión de la resistencia: Es crucial entender las raíces de la resistencia interna al cambio. Escuchar las preocupaciones, clarificar malentendidos y convertir a líderes informales en aliados pueden suavizar la resistencia y promover la aceptación del cambio. Profundizar en la escucha, sin perder el equilibrio: ¡he ahí la montaña!
Fomentar la proactividad: Crear un entorno que valore la iniciativa y recompense la innovación puede motivar a los miembros de la organización a contribuir a la mejora continua. Establecer sistemas de reconocimiento y ofrecer oportunidades de desarrollo alineadas con los objetivos del cambio puede aumentar la motivación y el compromiso. ¡He ahí el horizonte!
Estas ideas, puestas en blanco y negro, pueden ser fundamentales para superar la resistencia y fomentar una cultura de colaboración y mejora continua.
Ya iremos registrando los avances.
¡Nos leemos pronto!