"Todas las cosas fingidas caen como flores marchitas, porque ninguna simulación puede durar largo tiempo" — Cicerón.
Al reflexionar sobre el acompañamiento, frecuentemente distinguimos entre el "mapa y el territorio", una metáfora para diferenciar la percepción de la realidad, la cual, por su propia naturaleza, supera nuestra comprensión del mundo y de lo que nos rodea. Como bien nos recuerda el Papa Francisco, la realidad es superior a la idea.
En el contexto del trabajo en equipo, especialmente en el ámbito organizacional, un líder orientado a la mejora debe aprender rápidamente a comprender esta diferencia entre percepción y realidad. Lo que percibimos puede o no coincidir con la realidad, la cual nos desafía continuamente. Como seres subjetivos, tenemos la responsabilidad de acercarnos a una relación sincera y renovada con la realidad y los datos objetivos que esta encierra.
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