En nuestra última reflexión, te compartía que el mejor camino para el posicionamiento de una marca personal eficaz puede emprenderse desde el proceso de autoconocimiento. Profundizando en dicha idea, y con el objetivo de ayudarte a promover de mejor modo quién eres, qué haces y qué puedes aportar, el día de hoy quisiera proponerte una serie de preguntas referenciales para dar los primeros pasos en la senda propuesta.
Antes de enlistar cuestiones, una sencilla advertencia: ¡no necesitamos construir una respuesta inmediata para cada interrogante!; de hecho, es positivo que no tengas todas las soluciones a los desafíos (sería un ejercicio vano y de poca relevancia para el fin que perseguimos). Es bueno percatarnos que no tenemos todos los elementos al alcance y que debemos “emprender” ese viaje interno al que hacia yo referencia hace algunos días. ¡Disfruta la experiencia de “no saber” o “no tener ni la menor idea”! En sí mismo, es el punto de salida de nuestro recorrido.
Pauta. Si no pudiste ver la entrega previa, y no sabes de qué estoy hablando, aquí la tienes:
Así que te propongo un ejercicio. Revisa el listado de preguntas siguientes, que serían elementos referenciales a determinar en el proceso de construcción/definición/reajuste de la marca personal, y selecciona por lo menos cinco preguntas. Elige aquellas que más desafío representan, las más difíciles, o las que más te inspiran. Lee el listado buscando lo que cada pregunta, en cuanto estimulo preciso, provoca en tu reflexión. Donde tu mente se detenga, donde experimentes un “chispazo”: ¡ahí es! ¡por ahí debemos comenzar a caminar!
Batería de preguntas a considerar
¿Quién soy?
¿Con qué cuento?
¿Qué puedo ofrecer?
¿Qué me caracteriza?
¿Qué me define?
¿Quién podría estar interesado en mi perfil o en lo que ofrezco?
¿Qué me hace falta?
¿Qué es lo que no tengo?
¿Qué me debilita?
¿Qué me obstaculiza?
¿Cómo puedo hacer mejor lo que ya estoy haciendo bien?
¿Qué podría innovar en mi desempeño/profesión?
¿Qué podría crear?
¿Qué nueva posibilidad descubro el día de hoy?
¿Qué más puedo hacer con lo que tengo?
¿Qué podría hacer con lo que no tengo?
¿Qué sector o ámbito impacto de manera directa?
¿Qué otros sectores o ámbitos podría, me gustaría, impactar?
¿Quiénes pueden ser mis mejores aliados?
¿Con quiénes más podría comenzar una alianza o estrategia conjunta?
¿Cómo podré garantizar que saldré adelante en estos momentos?
¿Quién o quiénes representan una competencia directa para lo que yo ofrezco o podría ofrecer?
¿Cómo puedo descubrir aquello que no sé a ciencia cierta sobre mí mismo y lo que represento?
¿Quién o quienes están dispuestos a ayudarme?
¿De qué puedo prescindir en estos momentos?
¡Has elegido solo 5! ¡Has confeccionado un listado personal de respuestas que deberás construir con paciencia y aprovechando al máximo cada gota de tú reflexión personal! ¡Enhorabuena! Puedes dejar aquí la lectura por un momento y dedicar los minutos que gustes, o horas si lo requieres, a trabajar en arrastrar valerosamente el lápiz o digital con energía tu teclado!
Comenzar por las preguntas que más nos retan o nos desafían, hará más sencillo el proceso siguiente. ¿En serio creerías que no te pediría responder todas estas preguntas y muchas otras que podríamos hacer? ¡No dejes una sola pregunta sin responder!, pero con la idea de ayudarte a acometer el listado, después de seleccionar las más complicadas, podrías ir por las cinco más sencillas y rápidas de definir. Así en menos de lo que canta un gallo, puedes tener 10 preguntas con una aproximación de respuesta.
El resto del listado, junto con las difíciles y las más sencillas, te permitirá amasar un “capital intelectual” relevante sobre el tema de tu marca personal: las respuestas que brindes a estas veinticinco preguntas son sin duda la “materia prima” de todo lo que vendrá después.
Hemos dicho que la marca personal surge en la frontera entre lo que tú dices de ti y lo que los demás perciben de ti. ¡Es una síntesis! Y para lograrla, tenemos ya un aproximado del 50% que deberemos seguir precisando y purificando para que logremos obtener un adecuado posicionamiento.
¡Nos leeremos pronto para continuar profundizando en este reto! ¡Hasta pronto y hasta siempre!