¿Sabes cuál es el límite de tu desgaste laboral?
Algunas pautas para favorecer tu reflexión
Reflexión inicial
El mundo laboral de las primeras tres décadas del siglo XXI se ha caracterizado por ser esmeradamente desafiante y cambiante. Lo profesional se ha entrometido con lo personal como nunca antes (¡gracias WhatsApp!) y parece conquistarnos aceleradamente la falta de motivación y de sentido.
Quienes han conquistado una posición laboral, o poseen un trabajo más o menos estable ante tanta volatilidad, se esfuerzan en preservarlo ante un panorama que descalifica oportunidades de cambio y de mejora. Se conserva el trabajo, en la mayoría de los casos, a costa de los sueños, anhelos, posibilidades e, incluso, de uno mismo.
Es esta una de las grandes paradojas de esta época: ¡tenemos trabajos que no disfrutamos, que no nos apasionan, y que en lugar de ayudarnos a vivir nos permiten, clementemente, sobrevivir!
Muchos no están en la capacidad de renunciar a un trabajo que no les motiva, pero que les permite continuar más o menos la ruta de su vida; muchos otros se encuentran también dentro de una espiral sin sentido donde no se le puede encontrar utilidad al desempeño cotidiano. Nuestros trabajos no apasionan, pero es cierto que también nosotros no nos esmeramos en lograr, en encontrar razones válidas, para que nos apasionen. ¡También hay una esfera de responsabilidad personal que no debemos eludir!
En los días pasados me reencontraba con una frase de El Principito, y me parece importante para ayudarnos a encontrar el sentido del océano y el anhelo de lo que encierra para nosotros:
“si quieres construir un barco no empieces por buscar madera, cortar tablas o distribuir el trabajo, sino que primero has de evocar en los hombres el anhelo de mar libre y ancho”
Saint-Exupery
Es necesario profundizar en la pregunta del sentido y del propósito para superar una saturación o hartazgo laboral.
Hoy quiero compartir con mis lectores, por si se encuentran en medio de esta vorágine, algunas recomendaciones, algunas reflexiones que ayuden a ganar perspectiva ante esta disyuntiva.
Saberse saturados
En primer lugar, vale la pena considerar que la saturación laboral, y la pérdida de sentido que esta conlleva, puede impactar a toda aquella persona que se desempeña profesionalmente en algún ámbito.
Todos tenemos malos días y malas épocas. Hay tiempo de cosecha y tiempo de aridez. En un mundo como el nuestro, en el parámetro de estos días que transcurren a la par de nuestra vida, nadie está exento de esta experiencia (aunque ame lo que haga). Vamos y venimos entre pendientes, presiones, proyectos, tareas, actividades, roles, responsabilidades, posibilidades, aciertos y fracasos; mantener una línea de equilibrio puede ser, y es hay que decirlo, un fenómeno por demás estresante.
Un primer paso entonces, posibilitado por nuestra atención y enfoque, es aceptar y percibir que vivimos y experimentamos momentos de saturación. No debemos caer en la trampa de la negación. Hay que atrevernos a mirar lo que hay dentro de nosotros en esos momentos de aridez y de pérdida de sentido. El registro y seguimiento emocional es relevante: ¿Cómo estamos la mayor parte del tiempo? ¿Qué emociones parecen más intensas que otras? , pero no suficiente, ¿qué mas debes observar en tu persona y en tu fuero interno?
Algunas ideas a observar en tu persona
Tus emociones. ¿Cómo te sientes la mayor parte del tiempo en tu trabajo? ¿Cómo te sientes en los momentos fuera del horario laboral al recordar tu jornada del día que termina?
Tus pensamientos. ¿Qué tipo de pensamientos son recurrentes en una jornada laboral en promedio? ¿Cuántas veces escuchas, en tu diálogo interno, que este trabajo es horrible y que deberías dejarlo en cuanto te sea posible?
Tu desempeño. ¿Estás muy atrasado con pendientes y actividades? ¿Te han llamado la atención de forma frecuente por inasistencias o retardos? ¿Te has dado cuenta de las consecuencias negativas de alguna omisión o descuido de tus funciones?
Tus relaciones interpersonales en el ámbito laboral. ¿Cuéntas con amistades o buenos apoyos en el día a día? ¿Qué tantos conflictos se presentan en tu área/departamento? ¿Cómo calificarías la relación con tu jefe inmediato y con tus colaboradores más cercanos?
Responder de manera sincera y asertiva a estos interrogantes puede ayudarte a disponer la luz del autoconocimiento para analizar el momento presente en tu vida profesional.
Aprender a atender el desgaste laboral
La toma de consciencia anterior, desde el autoconocimiento y la luz que aporta al momento actual, hay algunas pautas a considerar para prevenir-atender, conscientemente, un proceso de desgaste que contravenga tu rendimiento y posibilidad.
Trata de recordar la razón por la cual tomaste este empleo que ahora tienes; si es de ayuda, busca recordar tus primeros días en tu puesto. Recuerda cómo era sentirse motivado en tu trabajo; la emoción añadida a los primeros días, podrá ser un aliciente valioso. Trata de volver a experimentar estos momentos, no solo como ideas que vienen a tu mente sino como sensaciones y emociones en tu cuerpo.
Desde la energía de la motivación dale una mirada a tu desempeño actual. ¿Qué no te ha gustado de lo que tú has hecho? ¿Qué crees que podrías hacer diferente desde una energía que te mueve a la acción? Busca tener concentrada la perspectiva en tus propias acciones, pero hazlo desde la "energía" de esos primeros días que has recordado previamente.
Es necesario hablar de esto. No creas que el desgaste laboral desaperecerá con tu silencio. ¡Al contrario! ¡Se hará más grande y complicado el problema si no eres capaz de compartirlo con alguien! Necesitas abordarlo con tu jefe inmediato, o con algún apoyo que ofrezca tu empleo actual, lo que ocurre. Negarlo, postergarlo o evitarlo únicamente complicará las cosas. Para poder comentarlo trata de brindarte a ti mismo una explicación sencilla que revele el "núcleo" de tu estado interno.
Puede servirte tomarte algunos días de vacaciones, a lo mejor no harás un gran viaje o cambiarás al 100% tu rutina, pero ante la saturación unos días libres para pensar y observar tu interior con mayor atención, pueden ser un verdadero aliciente.
Plantea metas personales a lograr, dentro de tu propio desempeño, por cada una de las jornadas laborales que tengas. Observa cuáles logras y cuáles no, trata de reconocer si hay algún factor concreto que te impulsa o te estorba para continuar.
Desarrollar estrategias de autocuidado
Algunas alternativas para anticiparte al desgaste en clave de la posibilidad de cuidar de ti mismo.
Procura un adecuado descanso y garantiza una balanceada alimentación. Resistirás mejor el cansancio natural que toda actividad implica en sí misma.
Efectúa una conexión consciente del trabajo actual con tu propósito y misión personal. Es la respuesta sistematizada a la pregunta clásica: ¿para qué trabajas? y yo diría, ¿para qué trabajas ahora mismo en el espacio en el que estás?
Momentos de desconexión de pendientes, lo que implica mejorar tu planeación y programación para poder "disfrutar" de estos espacios para tu ocio, relajación y descanso. Asegurando, en la medida de lo posible, los fines de semana.
Organiza tus vacaciones; procura intercalarlas durante el año. A veces es conveniente tomarlas antes de que "arrecie" la carga laboral. En otras situaciones, puede ser conveniente tomar los descansos después de los días más presionantes o desgastantes. Detecta esos ritmos y aprovecha.
Incorpora momentos de planeación de actividades y de evaluación personal de avances. Inicia y cierra tu día con una serie de pasos que te brinden claridad y orden personal en lo que acometerás durante el día.
Acostúmbrate a enlistar tus pendientes con claridad; inicia la ejecución de aquél que te parezca el más fácil, y continua con el orden de dificultad siguiente. Deja, en la medida de lo posible, al último los pendientes más demandantes mentalmente de energía y atención de tu parte.
Considera la oportunidad de hablar, profesionalmente, con quien puede ayudarte a prevenir el desgaste o saturación. Puede ser que tu empresa tenga un excelente programa de coaching ejecutivo, ¡aprovécha este espacio para desarrollar mejores habilidades de observación persona! Si no es así, busca alternativas en las diversas modalidades de acompañamiento personal (mentoring, terapia, asesoría, orientación, etc.), no es sano enfrentar el desgaste laboral sin apoyo oportuno.
Deseo que estas ideas, a modo de reflexión extendida, te ayuden si te encuentras atravesando por un momento de saturación como el que he descrito hoy. ¡Hay pautas para atender y para prevenir, y estoy en la mejor disposición de ayudarte!
¡Puedo apoyarte, desde mi servicio de coaching, para superar este desafío y este momento complejo en tu desempeño profesional! ¡Contáctame hoy mismo!